Del Deporte A La Moda

Desde muy pequeña logré identificar dos talentos que sabía me llevarían muy lejos, el deporte y la moda. Dos campos completamente distintos que llamaban siempre mi atención. El deporte viene 100% de mi mamá, la moda y el arte de ambas familia que siempre han sido muy talentosas y versátiles. Aún así, decidí irme por la línea del deporte. ¡Me encantaba correr! Corría en las carreras del pavo y competencias de la escuela hasta que por fin formé parte de un equipo de atletismo para competir a nivel nacional. A pesar de que entrenaba seis días a la semana, me encantaba tomar talleres donde utilizara mi creatividad y mis manos. ¡Siempre se lo agradeceré a mi abuela materna y a mi mamá! Tomé talleres de peinados, maquillaje, dibujo, pulseras, manualidades, en fin de muchas cosas. Todo lo que creaba era para o para vender en mi escuela. Tan solo me encontraba en cuarto grado. Aunque tomaba muchos cursos nunca tomé uno sobre costura básica ya que mi abuela paterna pertenecía a la industria de la aguja y ella me podía enseñar. Recuerdo que para mi cumpleaños número once quería de obsequió una máquina de coser. Todos en la familia estaban sorprendidos porque pensaban que no sabía coser y por lo tanto no la iba a utilizar.

 

Al llegar las navidades, aún sin saber utilizar mi nueva máquina de coser, decidí coser un bolso de maquillaje con todo y zipper. Nunca en mi vida había cosido y mucho menos un zipper. ¡Solo busqué un tutorial por YouTube y listo! El resultado, logré vender diez bolsos de maquillaje cocidos por mí. Mi familia en “shock” se percató de que tenía en la sangre la costura de parte de mi abuela paterna. Nuevamente, dejé a un lado la emoción de la costura y continué enfocada en el deporte. Era velocista y requería mucha técnica y disciplina. Mantuve esa rutina hasta que por primera vez elegí aprender un poco sobre costura de la mano de mi abuela. Así comenzó todo, algunos sábados, dedicábamos unas cuantas horas al aprendizaje de las técnicas básicas de costura. Aun así, para mi sorpresa diseñé y confeccioné mi primera blusa, aprendí a utilizar máquinas industriales y aprendí un poco sobre la creación de patrones. Sin embargo, el atletismo seguía siendo mi prioridad y decidí tomar una pausa de la moda. 

 

Al llegar a la universidad, recibí una beca como atleta. El correr seguía llenando mí alma y me ayudaba a despejar mi mente. Fui muy buena atleta y no puedo negar que tenía una de las mejores salidas de bloque gracias a las técnicas de mis entrenadores que siempre confiaron en mí. No obstante, algo pasaba con mi cuerpo que en temporadas de competencias mis músculos no resistían y llegaba a lesionarme. Lamentablemente, así experimenté casi todas las temporadas como atleta en la universidad hasta que finalmente tuve una lesión de la cual fue muy difícil recuperarme.

 

La costura me llamaba nuevamente y teniendo muy poca experiencia cosiendo me lancé a tomar un curso básico sobre cómo confeccionar trajes de baños. Se preguntarán cómo me fue y con mucho orgullo les digo que me fue muy mal. Fue muy estresante para mí porque en realidad no sabía coser, desconocía cómo manipular las telas y mucho menos colocar elásticos. A pesar de que no era la mejor en la costura, ya estaba totalmente clara en algo: quería confeccionar trajes de baño y crear una marca que tuviera un propósito.

 

Con el pasar de los meses, la maestra del curso de trajes de baño me dió la oportunidad de tomarlo nuevamente para así sacarle el mejor provecho. Para ese entonces ya estábamos en el inolvidable año 2020. Ese año, aunque trajo consigo la pandemia, para mí fue un año de muchos cambios positivos. Desde pasar por un proceso de transformación, donde fue preciso tomar la decisión de culminar el capítulo del deporte hasta darle forma a mi marca de trajes de baño. Fue un año de mucho crecimiento. Debido a que no tenía muchas tareas durante el día decidí practicar la costura para así perseguir mi sueño. Recuerdo que me lo tomé muy en serio, pasaba de diez a doce horas diarias practicando para poder convertirme en una diseñadora de trajes de baño y así poder lanzar mi marca al mercado. Descubrí que correr era mi pasión pero la moda era mi destino y era real. 

 

En poco tiempo logré registrar mi marca de trajes de baño Satchelswim teniendo en cuenta que emprender es un proceso arduo pero aún así ha sido una experiencia maravillosa. Hemos participado en varios eventos, pasarelas y principalmente hemos conectado con mujeres poderosas. Satchelswim es para mí un sueño hecho realidad y es una manera de servir e impactar positivamente a la comunidad de la mujer a través de mis diseños exclusivos. Con ellos quiero lograr que la mujer se sienta segura, poderosa, libre y confiada ya que además les proporciona el entalle perfecto. 

 

Mi deseo es convertir Satchelswim en una marca de trajes de baño reconocida a nivel nacional e internacional como una marca positiva, inclusiva y con propósito. 

 

Si haz llegado hasta aquí quiero agradecerte por leer nuestro primer blog y desear conocer un poco sobre mí. Espero sea de inspiración y motivación para ir tras tus sueños. ¡Este es el primer blog de muchos!

 

xoxo, 

Loraine Satchel 

 




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